Hoy se publica el informe de los planes de multiplicación (por el momento solo disponible en inglés) que han elaborado las ciudades replicadoras del proyecto SchoolFood4Change (SF4C). Este documento reúne el trabajo realizado por las ciudades replicadoras y constituye una referencia clave para comprender cómo se están adaptando y ampliando las acciones del proyecto en distintos contextos europeos.
El objetivo principal del informe es ofrecer una visión general del plan de replicación de cada ciudad. Cada uno de estos planes incluye:
- Una breve descripción de la situación actual del sistema alimentario de la ciudad, con sus retos y oportunidades.
- La visión y las prioridades identificadas en torno a los pilares del triple enfoque de SF4C.
- Una relación de las principales acciones previstas, las partes interesadas que deben participar, un calendario provisional y los recursos necesarios para su implementación.
En consonancia con este propósito, se pidió a las ciudades replicadoras de la Comunitat Valenciana, Madrid y Torres Vedras, que elaboraran sus propios planes de replicación, tomando como referencia el potencial de las acciones emprendidas por las ciudades asociadas durante la fase de demostración del proyecto.
De las 19 ciudades de replicación, un total de 14 han completado y presentado sus planes, lo que demuestra el compromiso y la capacidad de estas urbes para avanzar hacia sistemas alimentarios escolares más sostenibles, inclusivos y resilientes.
Pero, centrémonos en las experiencias de Madrid y Torres Vedras, dos ciudades que han sabido interpretar y adaptar el modelo desarrollado en elproyecto SF4C a sus propias realidades, mostrando que las soluciones diseñadas en un contexto regional pueden inspirar tanto a grandes capitales como a ciudades más pequeñas, siempre adaptándose a sus retos y oportunidades específicas.
MADRID
Madrid ha avanzado de manera significativa en la construcción de un sistema alimentario escolar saludable y sostenible para sus 76 escuelas infantiles municipales (0–3 años), con planes de expansión hasta 80, en plena alineación con el Milan Urban Food Policy Pact y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La iniciativa parte del reconocimiento de la nutrición como un derecho fundamental de todos los niños y las niñas y el compromiso se extiende más allá de la alimentación, integrando la equidad social, la calidad educativa y el cuidado en la primera infancia.
Los principales objetivos que persigue son:
- Implementar prácticas alimentarias saludables y sostenibles desde la primera infancia.
- Integrar la educación alimentaria en toda la experiencia escolar.
- Involucrar a familias y comunidades mediante procesos participativos.
- Usar la alimentación como herramienta de justicia social, sostenibilidad y apoyo a la agricultura local.
Para ello han hecho cambios en los menús:
- Priorizar ingredientes frescos, locales, de temporada y ecológicos.
- Aumentar la proporción de platos vegetales a dos días a la semana, reduciendo proteínas animales y sustituyendo carnes procesadas por legumbres.
- Uso de cereales integrales y grasas saludables.
- Reducción de azúcares añadidos y eliminación de la sal.
Además, la alimentación y la hora de la comida la conciben como momentos de aprendizaje, cuidado y desarrollo emocional, respetando las señales de hambre y saciedad de los niños y las niñas y fomentando la autonomía con utensilios adaptados y entornos amigables.
Como desafíos, Madrid señala los procesos administrativos complejos, resistencia de algunas familias, desigual nivel de implicación del personal, falta de mecanismos de seguimiento y diferencias políticas en la gestión de contratos de alimentación. Pero ve como oportunidades, la fuerte alineación con pactos internacionales, políticas ya existentes que favorecen productos frescos y ecológicos, cocinas equipadas y grupos motores en varias escuelas.
Y es que Madrid aspira a que los hábitos alimentarios saludables y sostenibles estén plenamente integrados en la vida escolar, no solo en los menús, sino también en la educación, la cultura escolar y la implicación comunitaria. Por ello, su estrategia para los próximos años consiste en:
- Fortalecer y expandir los grupos motores de alimentación escolar en todas las escuelas.
- Desarrollar un kit educativo estandarizado sobre hábitos saludables y sostenibilidad.
- Crear un marco de seguimiento y evaluación alineado con el modelo del Enfoque Integral de la Alimentación Escolar (EIAE).
- Continuar con los “Días del Comedor”, jornadas de comedor para promover hábitos saludables también en el hogar.
En resumen, Madrid está consolidando un modelo que combina alimentación saludable, educación y participación comunitaria, con el reto de garantizar coherencia en toda su red de escuelas infantiles,
TORRES VEDRAS
Por su parte, Torres Vedras se ha consolidado como una ciudad comprometida con la construcción de un sistema alimentario escolar sostenible y saludable, en plena sintonía con las estrategias nacionales y europeas de promoción de dietas equilibradas, reducción del desperdicio alimentario y apoyo a la agricultura local.
La ciudad cuenta con el Programa de Alimentación Escolar Sostenible, reconocido tanto a nivel nacional como internacional, que constituye la base de sus políticas en materia de alimentación escolar. De hecho, ya existe un fuerte compromiso político para mejorar los entornos alimentarios escolares y fomentar una cultura de sostenibilidad en todo el sistema educativo.
Entre sus objetivos figura:
- Garantizar que todo el alumnado tenga acceso a alimentos nutritivos, culturalmente relevantes y responsables con el medio ambiente.
- Incrementar la proporción de menús vegetarianos y basados en plantas, con el fin de reducir la huella ambiental de la contratación alimentaria.
- Apoyar a los agricultores locales y proveedores de proximidad.
- Involucrar a múltiples actores —estudiantes, familias, cocineros, docentes y productores— en un enfoque holístico que trascienda el comedor escolar.
- Integrar la sostenibilidad alimentaria en la agenda urbana más amplia, convirtiendo a Torres Vedras en un modelo de innovación e inclusión.
No obstante, se enfrentan a dificultades, como
- Conocimiento limitado de los cocineros para preparar menús vegetarianos atractivos.
- Resistencia en algunas comunidades escolares a los cambios dietéticos.
- Dificultades en la contratación de ingredientes locales y ecológicos de manera constante.
- Necesidad de equilibrar costes con la ambición de ofrecer alimentos más saludables y sostenibles.
La ventaja, es que ya tienen un Programa de Alimentación Escolar Sostenible como base sólida en el que participan las escuelas y municipios, así como un apoyo político claro a la gestión sostenible de las comidas escolares. Así, Torres Vedras aspira a consolidar un enfoque integral de sostenibilidad escolar, donde la educación alimentaria, la contratación inclusiva y la gobernanza participativa permitan a las comunidades escolares ser protagonistas en la creación de entornos saludables.
En este sentido, su estrategia se centra en:
- Reforzar la educación alimentaria y la implicación de estudiantes y familias a través de talleres de cocina, aprendizaje en huertos escolares y diseño participativo de menús.
- Ampliar y diversificar las opciones vegetarianas en los menús escolares, colaboración con nutricionistas, cocineros y agricultores locales.
- Formación y capacitación de cocineros escolares anual.
- Fortalecer la gobernanza y establecer mecanismos de evaluación para medir avances y detectar áreas de mejora.
UNA INVITACIÓN AL CAMBIO
La Comunitat Valenciana se consolida como un verdadero laboratorio de innovación urbana, capaz de generar metodologías que se adaptan y replican en diferentes realidades territoriales. Las experiencias de Madrid y Torres Vedras demuestran que la cooperación y el intercambio de aprendizajes son motores esenciales para acelerar la transición hacia ciudades más sostenibles, inclusivas y resilientes.
Deseamos que este informe y estas experiencias sirvan como una llamada a la acción: a que más ciudades se atrevan a revisar sus sistemas alimentarios escolares, a integrar la sostenibilidad en sus políticas urbanas y a apostar por un futuro en el que la alimentación saludable y responsable sea un derecho garantizado para todas las generaciones. La publicación se convierte así en una referencia para responsables políticos, técnicos municipales y agentes sociales que buscan soluciones contrastadas y adaptables.
