ENTREVISTA CON MENSA CÍVICA E ICLEI EUROPA: PEDIMOS QUE TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS TENGAN DERECHO A UNA DIETA EQUILIBRADA

SchoolFood4Change es una iniciativa de ámbito europeo cuyo objetivo es garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a comidas escolares saludables y sostenibles. Amalia Ochoa (Coordinadora del Equipo de Sistemas Alimentarios Sostenibles de ICLEI Europa) y Paola Hernández (Responsable de Proyectos de Mensa Cívica) fueron entrevistadas para que los lectores pudieran conocer mejor las intenciones y motivaciones de los socios del proyecto.

SchoolFood4Change sitúa a las escuelas como catalizadoras de una transformación sostenible del sistema alimentario y exige comidas escolares saludables y sostenibles para todos los niños y niñas, razón por la cual muchas de las organizaciones que participan en el proyecto apoyan la iniciativa «Por una comida escolar saludable para todos los niños y niñas». ¿Puede explicarnos cómo surgió esta iniciativa?

Amalia Ochoa: Durante los dos últimos años, ICLEI ha trabajado intensamente en la mejora de las comidas escolares para los niños y niñas, especialmente desde el lanzamiento de la estrategia de la UE «De la granja a la mesa».

Estamos muy contentas de poder crear sinergias en SchoolFood4Change con muchas iniciativas ya establecidas que trabajan por la misma causa. Los temas de la alimentación saludable y sostenible, la educación alimentaria y la compra pública alimentaria sostenible tienen una plataforma en este momento a nivel europeo, ya que la Comisión Europea presentará una propuesta para la próxima Ley de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la UE (FSFS) en septiembre de 2023.

La estrategia «de la granja a la mesa» ha abierto la puerta a grandes mejoras en la forma en que comemos y queremos comer en el futuro. Así que ahora es el momento de concienciar al público en general y enviar a los responsables políticos un mensaje claro de lo que a la gente le importa y de que necesitamos un cambio urgente en este sentido.

Una encuesta encargada por Buy Better Food, una campaña europea en la que participan ICLEI Europa y Mensa Cívica, acaba de demostrar que a la gente le importa un enfoque más sostenible de estos temas: El 93% de las personas participantes están de acuerdo en que la comida ofrecida en espacios públicos, como escuelas y hospitales, debería garantizar ser saludable.

Paola Hernández: Es muy comprensible que la gente vea la importancia de estos temas. En 2020 España era el tercer país con mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social de la UE, según datos de Eurostat. Pero hoy se estima que estas cifras han aumentado (y más en un contexto de pandemia). Actualmente, el país tiene la segunda tasa más alta de pobreza infantil de la Unión Europea. La pobreza afecta al 29,6% de los niños, niñas y jóvenes menores de 18 años.

Así que, dado que España tendrá la presidencia de la UE en el segundo semestre de 2023, cuando se publique la ley de FSFS, debería escuchar lo que quieren las personas que viven en España y en Europa. Curiosamente, en la encuesta que acaba de mencionar Amalia, los encuestados que viven en España son los que tienen el mayor porcentaje de aprobación de todos los países que participaron en la encuesta.

SchoolFood4Change reclama que todos los niños y niñas tengan derecho y acceso a comidas escolares sostenibles y saludables: ¿No es éste ya el caso?

Amalia Ochoa: No, desgraciadamente todavía no es así. En Europa todavía hay muchas escuelas que no sirven ningún tipo de comida y otras que ofrecen demasiados alimentos ultraprocesados. Muchas ciudades y escuelas están tomando medidas para ofrecer comidas escolares (más) saludables y sostenibles. Pero si este requisito se convierte en ley, todos los países, ciudades y regiones tendrán que cumplirlo, desde la primera infancia hasta la edad adulta.

Vemos, por ejemplo, que la obesidad infantil está aumentando en Europa. Y, como mencionó Paola, muchos niños y familias se enfrentan al riesgo de la pobreza, que les hace imposible permitirse alimentos sanos y producidos de forma sostenible. Al mismo tiempo, las familias se ven desbordadas por otras responsabilidades, lo que reduce la importancia de una dieta específicamente sana y sostenible en la vida cotidiana. Los comedores escolares pueden contribuir a mejorar esta situación.

En general, las personas necesitan comprender mejor de dónde proceden sus alimentos y las consecuencias de una dieta poco saludable, por eso SchoolFood4Change se basa en el poder de cambio de los niños y las niñas en la educación alimentaria como uno de sus pilares de actuación.

Y qué pasa con la comida que se ofrece en los comedores escolares españoles, ¿es equilibrada y sostenible? ¿Qué tienen que aprender las instituciones administrativas y los responsables políticos para conseguir una buena alimentación escolar?

Paola Hernández: Creemos que aún nos queda mucho por aprender. En España, por ejemplo, a menudo se han puesto en práctica soluciones rápidas y baratas, en lugar de medidas preventivas. Estas prácticas tienen consecuencias a largo plazo para nuestra salud. En este sentido, es necesario aumentar la coordinación entre los servicios educativos y sanitarios, además de regular la venta y publicidad de determinados productos alimenticios y mejorar el diseño de los menús para aumentar su calidad nutricional y sostenibilidad. Los comedores son fundamentales para adquirir hábitos de vida saludables y garantizar una dieta sana y equilibrada tanto durante el curso escolar como en periodos vacacionales. Por eso apostamos por hacer del comedor escolar un espacio de aprendizaje y de derechos, en el que todos los niños y niñas, incluidos los más vulnerables, tengan acceso a alimentos sanos y producidos de forma sostenible.

Los programas de educación alimentaria y nutricional son clave para transmitir la importancia de una dieta diversificada, estacional y ecológica. Las medidas educativas, no sólo para los niños y niñas, sino también para las familias, el personal de los comedores,… pueden incitar y acompañar muchos cambios, más allá del contexto escolar, es decir, en todo el entorno alimentario. Al mismo tiempo, cuando los municipios (junto con las escuelas) se activan en este ámbito, es una forma de apoyar a las pequeñas personas productoras con objetivos socioeconómicos.

Sí, veámoslo más de cerca: De hecho, lo que SchoolFood4Change reclama es que todos los niños y niñas tengan derecho a alimentos sanos, producidos y obtenidos de forma sostenible, y que se les enseñe en qué consiste una dieta sana y sostenible. ¿Es esto un sueño o un objetivo alcanzable?

Amalia Ochoa: Con la ambición de la UE de preparar la introducción de requisitos mínimos obligatorios para la compra y contratación pública de alimentos sostenibles en la próxima ley de sistemas alimentarios sostenibles, y el Plan Escolar de la UE de distribución de fruta, verdura y leche combinado con educación alimentaria, esto es definitivamente algo alcanzable. Siempre y cuando estos requisitos sean lo suficientemente ambiciosos y abarquen todos los aspectos esenciales para la salud de las personas y del planeta. Luego, por supuesto, lo que hace falta es que los gobiernos nacionales y regionales apliquen los cambios en sus ciudades y escuelas.

La UE está revisando su programa escolar y buscando formas de aplicar la estrategia «De la granja a la mesa». ¿Podría explicarnos qué le gustaría que se incluyera en estas operaciones?

Amalia Ochoa: Lo que pide SchoolFood4Change es lo siguiente: suministro de alimentos sanos (con frutas y verduras frescas, y alimentos bajos en sal y azúcar) que sean ecológicos certificados, en la medida de lo posible (mínimo 20%); productos de comercio justo, con una cierta cantidad producida por pequeños agricultores. Debe haber un mayor consumo de alimentos de origen vegetal, un mayor bienestar animal y una reducción del desperdicio de alimentos. Las condiciones de empleo y de trabajo de los implicados también deben ser respetables. Es una vergüenza terrible que, en los últimos 20 años, más del 40% de los pequeños agricultores hayan desaparecido. En última instancia, lo que queremos es que esto no se vea sólo como alimentar a los niños y niñas con comida, sino invertir en educación alimentaria y que las escuelas sean vistas como catalizadores para transformar el sistema alimentario. Cada vez hay más pruebas de que los más pequeños han perdido la confianza en los alimentos porque ya no pueden relacionarlos con su origen, su cultura alimentaria, sus transiciones y su sabor.

Estamos y seguiremos estando en estrecho contacto con la Comisión Europea sobre esta cuestión y pretendemos orientarles en la dirección correcta, por ejemplo mediante la publicación de informes políticos dirigidos a las partes interesadas y a los responsables políticos a distintos niveles (local, nacional, europeo). Hay muchas ciudades y ONG que ya participan en el proyecto SchoolFood4Change y en la campaña Buy Better Food. Esperamos concienciar y dar un mayor impulso a este tema a gran escala. Nuestra petición pública, en la que pedimos comidas escolares sanas para todos y todas, cuenta ya con más de 12.000 firmas y aún puede ser firmada por todo aquel que quiera apoyar nuestra exigencia de cambio.

Este artículo fue publicado originalmente en: https://www.criarconsentidocomun.com/comida-escolar-saludable-derecho/